Un nuevo episodio de ‘El hastío’

 

El partido entre la UD Ibiza y el Atlético de Madrid B, que se jugó este sábado en el estadio Palladium Can Misses, acabó con un empate ‘in extremis’ para los ibicencos (1-1). Los celestes consiguieron sacar un punto, pero no lograron tapar sus carencias como equipo, que se repiten casi semana tras semana. El encuentro fue uno más de los protagonizados por el bloque entrenado por Pep Lluís Martí en esta temporada. Fue un nuevo episodio de ‘El hastío’, la serie que lamentablemente protagoniza esta campaña -hasta la fecha- la escuadra balear. Y si seguimos con el símil cinematográfico, el encuentro frente al filial colchonero fue como esas películas de categoría B (o C o hasta D) que se pasan en las televisiones cada fin de semana.

 

En el cómputo general, el partido del Ibiza fue deficiente, salvo tramos muy contados. Con Eugeni suplente, se apostó de nuevo por una línea de cinco atrás. Y la cosa tampoco funcionó. Los de Martí volvieron a ser un conjunto muy largo, con líneas muy separadas y una preocupante falta de conexión entre el bloque defensivo, la medular y los atacantes. La circulación de balón volvió a ser lenta, por lo que el planteamiento ofensivo era más que previsible. Un auténtico regalo para un equipo enchufado y trabajado como el de Fernando Torres, el mítico exjugador español. Sus pupilos exhibieron más intensidad, orden y disciplina en el campo, lo que les valió para poner en apuros a un Ibiza que, según Martí, fue competitivo. No lo suficiente. Y así llevamos ya varios partidos.

 

Los colchoneros se pusieron por delante en el marcador en el minuto 27, con un gol de Raihani que retrató por completo a los celestes, aculados atrás e incapaces de contrarrestar la acción visitante. De hecho, el 0-1 fue poco premio para un Atlético de Madrid B que fue el que tuvo más presencia en el área rival, gozando de ocasiones suficientes como para acumular una renta mayor. Mientras, el Ibiza volvió a vivir de destellos puntuales, fruto de la calidad de sus jugadores. Un tímido remate de Javi Jiménez (sí, del lateral izquierdo) y un ‘no remate’ de Gallar que no pudo aprovechar un mano a mano ante el portero Gomis.

 

Tal fue la primera parte de los celestes que hasta su afición pitó en más de una ocasión a su equipo. Algo reseñable en los seguidores del Ibiza, probablemente los más complacientes, comprensivos y con más paciencia de toda España. Pero hasta el más paciente acaba hartándose. En el descanso, también se pudo ver al presidente, Amadeo Salvo, charlando airadamente con el director deportivo, Juan Giménez, al que parecía mostrarle su disconformidad por visto hasta ese momento.

 

En la segunda mitad, el Ibiza salió algo más metido. Pero fue un pequeño oasis en medio del desierto. Ya se pudo ver, durante algo más de tiempo, al delantero Quique González. El delantero titular, el que tenía que marcar muchos de los goles que le faltan al Ibiza, lo intentó, pero todavía no parece tener el punto competitivo necesario. Esto en la octava jornada de la competición. Cada uno que piense lo que quiera, pero a buen entendedor pocas palabras bastan. Veremos si cuando esté completamente a tono llega a tiempo para aportar lo que se espera de él.

 

Al final, por empuje y por inercia, por calidad, por fortuna, por fe o por lo que cada uno quiera, el Ibiza acabó empatando con un gol de Naranjo en el último suspiro. Un puntito para llegar a los 13 en la clasificación y mantenerse entre los equipos elegidos del grupo 2 de Primera Federación. Eso es lo único positivo ahora mismo.

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