Esto no ha terminado todavía
La UD Ibiza afronta la recta final de la temporada en Primera RFEF y sus opciones de ascenso directo a la Segunda División siguen ahí. No lo digo yo, sino los números, las matemáticas. Los análisis de las opciones de los celestes pueden ser variados, según se quiera ver el vaso medio lleno o medio vacío, pero lo cierto es que esto no ha acabado todavía. Con siete partidos por delante, y la friolera de 21 puntos en juego, el Ibiza puede quedarse fuera del ‘play-off’, entrar en la fase de ascenso a Segunda o lograr el salto directo a la categoría de plata. Para esto último debe ser campeona del grupo 2, algo que es complicado, pero no imposible. Sí, es difícil (creo que nadie podía pensar que esto sería un paseo), pero posible aún.
En las últimas semanas, después de cuatro jornadas sin ganar, son muchos los aficionados que piensan que el Ibiza ha pedido ya el tren del ascenso directo. Es lítico, y hasta lógico, poder creerlo, puesto que las sensaciones que destila el equipo que entrena Paco Jémez no son las mejores. Sólo dos puntos de los últimos doce posibles han minado la moral de muchos seguidores, pero en los últimos dos encuentros al Ibiza le faltó una pizca de fortuna para salir airoso. Cayó contra el Hércules, pero pudo haber ganado perfectamente. Y empató frente al Real Madrid-Castilla, pero también hizo merecimientos para vencer y pudo hasta perder. A poco que los primeros espadas celestes afinen su puntería creo que se volverá a la senda triunfal.
En la variada tipología de la afición también están los catastrofistas, los que ven que todo se derrumba y que llegados a este punto habría casi que desistir. ¿Qué debería hacer el equipo de Jémez, no presentarse a los partidos que quedan? ¿Rendirse? ¿Tirar por la borda todo el esfuerzo que se ha hecho hasta ahora? Creo que no habría que recordar que hace no demasiado tiempo no se estaba ni siquiera en disposición de pelear por el campeonato. Y ahora, lo dicen las matemáticas, no yo, insisto, los pitusos están a cuatro puntos del liderato que ocupa el Ceuta, que por cierto tiene que pasar por Can Misses. Sí, lo sé, el Ibiza también está sólo cuatro puntos por encima del Atlético B, que es el que ahora mismo se quedaría fuera del ‘play-off’. Y, además, también tiene por delante al Antequera (con un punto más) y al Murcia (con tres más). Y por detrás, aprieta el Mérida, con sólo un punto menos. ¿Sacamos la bandera blanca? Me niego.
Repito, nadie dijo que iba a ser fácil. Ya sé que suena a tópico, pero queda mucho todavía. Y si no se consigue el ascenso directo habrá que intentar ganarse una plaza para la fase de pelear por regresar a Segunda. Porque estos mismos futbolistas, y el entrenador, son los que recuperaron el terreno perdido y llegaron a encaramarse al liderato. Es cierto que no supieron mantenerlo y lo perdieron, pero no hay tiempo para mirar atrás.
En el mundo del deporte se tiende a extremismo. Cuando las cosas van bien, el aficionado vive muchas veces en una euforia exagerada. Pero cuando la cosa se tuerce un poco, como ha pasado en la actualidad, se cree que todo está mal, que todo es un desastre. Respeto todas las opiniones, pero creo que entre el blanco y el negro hay grises, hay matices. Ya advertí, desde la victoria frente al Yeclano (que fue con muchos apuros), que el Ibiza presentaba signos de agotamiento, de haber perdido frescura. La exigencia de la competición, las bajas, las sanciones y el buen hacer de los rivales cambian las dinámicas de los equipos. Y eso es lo que le ha pasado al Ibiza.
Ahora lo que toca, en mi modesta opinión, es tener la personalidad suficiente para capear el temporal y para seguir confiando en la receta que, hasta hace no mucho, llevó al Ibiza a comandar el grupo 2 de Primera RFEF. De nada valen los lamentos por lo que el equipo de Jémez se ha dejado por el camino. El escenario es el que es. Pero en la plantilla hay calidad y compromiso suficientes como para luchar por todo. Cada uno que elija lo que quiera. Yo prefiero creer que, de una manera o de otra, el Ibiza celebrará su regreso a Segunda División el año en el que se conmemora el décimo aniversario del club.