Líderes gracias al líder

El fútbol es impredecible y eso lo convierte en un deporte maravilloso. De una jornada a otra se puede pasar de la alegría la decepción. O viceversa. Porque el balompié es un carrusel de emociones continuo. Que se lo digan a la UD Ibiza. A pesar de que todavía tiene mucho por mejorar, acaba la sexta jornada líder del grupo 2 de Primera RFEF después de ganar al Alcoyano (1-0) y beneficiada por los resultados de sus rivales directos. Los celestes, empatados a puntos con el Ceuta, están en la cumbre por mejor diferencia de goles. La primera victoria en el Palladium Can Misses, en la era Pep Lluís Martí, vino gracias una gran actuación de Álex Gallar. El brillante futbolista ejerció de jugador franquicia y también marcó el tanto, tras una brillante acción personal, que dio tres valiosísimos puntos a su conjunto.

 

El catalán, otras veces desaparecido y muy difuminado, fue la estrella de los suyos. Al César lo que es del César. Hizo honor al dorsal ‘10’ que luce en la camiseta y fue el catalizador del juego ofensivo del bloque pitiuso. Demostró la calidad que tiene, que es mucha, y que puede y debe ser determinante. El de Sabadell es, probablemente, el jugador de más clase de la plantilla balear, que necesita de su juego y de sus goles para estar en la pelea por conquistar el título de grupo y, de esta manera, conseguir el ansiado ascenso directo a Segunda División. El Ibiza necesita a un Gallar comprometido, centrado y motivado, como al que se vio frente al Alcoyano, un rival que no le complicó nada las cosas a los celestes.

 

Fue, seguramente, el partido más plácido para los de Martí en lo que llevamos de curso, frente a un adversario bastante timorato, anulado también por el buen trabajo del Ibiza, y que no inquietó la portería de Ramón Juan, que paso casi inadvertido. El técnico balear dejó en el banquillo a Pau Ferrer y buscó alternativas para configurar su zona de ataque. El preparador mallorquín apostó por Naranjo en la posición de delantero, pero no acabó de cuajar. Al onubense le falta todavía chispa, como se pudo ver en una clara ocasión que tuvo en la segunda mitad y que, cuando afine su preparación, seguramente no se le escapará. Este Ibiza, para ser aún más competitivo, también necesita al mejor Naranjo. El club hizo un gran esfuerzo por traer al futbolista andaluz, que está todavía lejos de lo que se espera de él, a pesar de que ya ha dejado detalles de su clase.

 

Cumplió y agradó Arturo Molina, que salió de titular jugando por la banda. El murciano fue el protagonista de prácticamente todas las ocasiones de gol del Ibiza, pero le faltó acierto y definición. Una constante que se repite en el equipo ibicenco en este inicio de temporada. Lo positivo es que se generan oportunidades para marcar. Lo negativo, y casi preocupante, que a los de Martí les sigue costando horrores conseguir goles que les den triunfos más tranquilos. Los tres que han logrado los pitiusos (dos a domicilio y uno en Can Misses) han sido por la mínima. Ahí está el punto a mejorar de un equipo que parece que, con paso lento pero firme, va a más. Y mientras tanto, transita en la zona alta, ahora comandando la Liga. Tiene mérito.

 

También estuvo bien Roberto Olabe, que tuvo que suplir al lesionado Jesús Álvarez. El vasco, que vino para ser un jugador importante y no lo ha conseguido todavía, derrochó esfuerzo y buen hacer en los minutos que estuvo en el campo. Ahora puede reivindicarse si Álvarez tiene que descansar algunas jornadas. Además, Domènech siguió siendo capital en el centro del campo y Eugeni parece volver por sus fueros. Se necesita a todos los futbolistas metidos. En un grupo en el que todos se sienten importantes es más fácil conseguir los objetivos.

 

El Ibiza jugó una buena primera parte, en la que se pudo constatar que Martí va consiguiendo un equipo más armado. Buena circulación de balón, líneas más juntas y dominio territorial. Los isleños se fueron al descanso mandando en el marcador gracias al gol de Gallar. En la segunda mitad, el bloque de Martí fue más impreciso y en determinados momentos llegó a perder el control del partido. Queda la duda de saber si con otro rival se habrían pasado más apuros, pero lo único cierto es que los tres puntos se quedaron en casa. El Palladium Can Misses no celebraba un triunfo de los suyos desde el pasado 7 de abril, cuando se superó al Melilla por 4-3. Así lo recalcó un reivindicativo Martí al acabar la rueda de prensa. No es fácil ganar en una categoría como la Primera RFEF, que en su grupo 2 está tremendamente igualada. El Ibiza es líder. El reto es seguir siéndolo en la última jornada. Nadie dijo que iba a ser fácil.

 

 

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